martes, 26 de enero de 2010

LOS BEBES Y LO SIMBOLICO

Cuando se trata de niños, el juego es cosa seria. El juego no solamente les entretiene sino que contribuye a su desarrollo intelectual y emocional.
El juego simbólico es el juego infantil por excelencia en el que los pequeños imaginan ser, imitando situaciones que ven en la vida real.
En ese proceso utilizan al máximo su imaginación, jugando constantemente en el límite entre lo real y lo imaginario, lo cual les ayuda a crear representaciones mentales que serán de gran ayuda para resolver situaciones futuras en su vida.
Las actividades lúdicas en las que los niños aprenden a simbolizar comienzan a partir de los dos años cuando tienen el nivel de comprensión que les permite imitar situaciones reales como jugar al papá y a la mamá, a hacer la comida, jugar a que van a la tienda a por comida, cuidar al bebé, por nombrar algunos de los juegos preferidos de mi niña de tres años.
Pero el juego no consiste únicamente en imaginar, sino que el habla acompaña el juego, ya que mientras interpretan están hablando y compartiendo sus fantasías con otros niños, por lo que además fomenta su sociabilización.
A través de la representación los niños asimilan y comprenden las situaciones que viven en la vida real estableciendo relaciones que le ayudarán a desenvolverse con éxito en el futuro.
Como padres, tenemos que fomentar por todos los medios posibles este tipo de juego en nuestros hijos, jugando con ellos y comprándoles o fabricando juguetes que potencien el juego simbólico, tan importante para su maduración personal.
QUE LES APORTA:
• Les permita conocer mejor el mundo que los rodea y tomar conciencia del papel que son capaces de desempeñar en él. Esto, a su vez, los ayuda a afirmar su personalidad.
• Les facilita el conocimiento de los distintos roles sociales, de las relaciones familiares y de las diferentes profesiones.
• Favorece las interacciones sociales y la resolución de sus conflictos.
• Al hacer que son otros, canalizan sus propios deseos, tensiones y miedos.
• Los ayuda a conocer el mundo de las personas adultas y a invertir roles: es frecuente que reten a sus muñecos adoptando nuestras actitudes.
• Es el primer paso para salir del pensamiento egocéntrico y entrar en el pensamiento abstracto, ya que comienzan a ponerse en el lugar del otro


Dyadha Josefina Bisnes Ramirez

No hay comentarios:

Publicar un comentario