martes, 19 de enero de 2010

KAREN N. LEYVA

BLOQUE III

LA VIDA SECRETA DEL NIÑO INTRAUTERINO

Este libro trata de muchas cuestiones, los orígenes de la conciencia humana la
Formación y desarrollo del niño intrauterino y del recién nacido pero Principalmente del modelado de la mente humana, de la forma en que nos convertimos en quienes somos. Se basa en el descubrimiento de que el niño no nacido es un ser consciente que siente y recuerda.

Esta comprensión y el excepcional cuerpo de investigaciones de la que surge nos
llevan mucho más allá de lo que sabemos o creemos saber sobre el Desarrollo emocional del niño intrauterino en un sentido científico, esto es sumamente estimulante (entre otras cosas, desplaza definitivamente la vieja idea freudiana de que la personalidad no comienza a formarse hasta el segundo o tercer año de vida), En realidad, el aspecto más gratificante de nuestros nuevos conocimientos consiste en lo que revelan sobre la gestante y el papel que ésta desempeña formando y guiando la personalidad de su hijo no nacido.

Hay muchos factores en juego en la formación de una nueva vida. Los pensamientos y sentimientos maternos sólo son un elemento de esa combinación
Como la herencia genética, son controlables. Una mujer puede convertirlos en una fuerza tan positiva como desee Sin lugar a dudas, que la felicidad futura de un niño depende de la capacidad de su madre para tener pensamientos optimistas las veinticuatro horas del día, Lo que significa es que una embarazadas o una futura madre disponen ahora de otro modo de influir activamente y para bien en el desarrollo emocional de su bebé. A fines de los años sesenta descubrimos un sistema posnatal de comunicación madre-hijo denominado vínculo, En muchos sentidos, nuestra nueva investigación es una prolongación lógica de ese descubrimiento previo, dado que hace retroceder un paso el sistema de comunicación y lo sitúa en el útero.

En cuenta de lo que hemos hecho en los últimos tiempos acerca de las consecuencias que la dieta y la ingestión de alcohol y de drogas por parte de la madre tienen en el niño no nacido, y también sobre el papel que desempeñan las emociones en la enfermedad y la salud, se deduce que los pensamientos y los sentimientos de la madre tendrían un efecto potencialmente benéfico en su hijo antes de nacer.

También tiene sentido que nuestros nuevos conocimientos realcen el papel del padre en el embarazo, Durante éste, la relación con un hombre cariñoso y sensible proporciona a la mujer un sistema constante de apoyo emocional

para ser más exactos, redescubierto— lo importantes que son la seguridad y el nutrimento emocionales para la mujer y su hijo no nacido, Estas ideas novedosas han salido directamente de los laboratorios de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, Suecia, Alemania, Austria, Nueva Zelanda y Suiza, donde, durante las últimas dos décadas, los investigadores han trazado callada y concientizadamente una perspectiva espectacularmente nueva del feto.

El presente libro constituye un primer intento por acercar tan revolucionarios trabajos a un público lo más amplio posible Dado que se trata de un primer intento, algunas cuestiones resultarán necesariamente especulativas, si bien trataré de separar lo incuestionable de lo hipotético. Como es de prever, ciertas cuestiones se prestarán a la polémica, mas no espero que todo el mundo esté de acuerdo conmigo en todos y cada uno de los puntos expuestos.

Sin embargo, estoy convencido de que este libro e incluso todo este campo de investigación ofrece una optimista e ilimitada esperanza: esperanza para los médicos, pues les permitirá evitar muchas de las oportunidades perdidas de embarazo y nacimiento; esperanza para madres y padres, porque profundiza y enriquece la naturaleza del hecho de ser padres, y, sobre todo, esperanza para el niño aún no nacido.


Proporcionar al recién nacido un entorno cálido, tranquilizador y humano plantea una diferencia, porque el niño es muy consciente de cómo nace. Percibe ternura, delicadeza y un trato cuidadoso, y responde a ellos del mismo modo que siente y responde de una manera total mente distinta a las potentes luces, las señales eléctricas y la atmósfera fría e impersonal que tan a menudo se asocian con el nacimiento en la sala de partos de un hospital.

El niño intrauterino es sensible a matices emocionales excepcional mentes útiles. Puede sentir y reaccionar no sólo ante emociones amplias e indiferenciadas, como el amor y el odio, sino también ante complejos estados afectivos más matizados, como la ambivalencia y la ambigüedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario